El paraguas del Estanquero Padilla

Por Enrique Ricardo Urrea

El estanquero Padilla y el paraguas "olvidado"

El estanquero Padilla,

fue a Tíjola a hacer la saca,

llevándose de su casa,

la consabida sombrilla.

Luego, al bajar “el frutero”,

su sombrilla no encontraba

porque Carmen la llevaba

sin notarlo el estanquero.

La burra cargó Joaquín

con el tabaco adquirido,

como pilló un disgustazo,

por el percance sufrido,

que no era tal baladí,

como podía parecer;

dio la burra un estacazo

la burra arrancó a correr.

Y subió en un santiamén.

Puso raudo un telegrama

“BUSQUEN PARAGUAS PERDIDO”

¡¡¡D. Joaquín, se ha confundido!!!

-gritó su noble criada-

¡¡¡Que la sombrilla ha venido

porque venía camuflada!!!

Siguió escribiendo Joaquín

el cuerpo del telegrama.

Casi derrama el tintero

el tembloroso estanquero

por esa nueva anunciada:

“NO LO BUSQUEN, QUE ESTÁ AQUÍ

QUE EL PARAGUAS ESTÁ EN LA BURRA

Y YO AL PRONTO NO LO VI

HA SIDO UNA PESADILLA

SALUDOS JOAQUÍN PADILLA”

El telegrafista exclama:

-Perdóneme D. Joaquín,

¿lo mando así el telegrama?

-Pues claro, querido amigo,

¿no ve que ya ha aparecido

dicho paraguas aquí?

-¿No pone usted algún STOP

después de la palabra VI?

-Si no lo cobra usted, póngalos.

-Esos STOP cobramos

cual signo de puntuación.

-Entonces no lo pongamos

porque costarán un riñón.

-¿Que dirá el de la Tercena

del texto contradictorio?

-¡Pues que diga lo que quiera,

lo que diga es aleatorio!

-Cálmese, señor Padilla

que está el becario “Gitano”

esperando en ventanilla

con bolígrafo en mano

para calcular la tasa

e ingresar su importe en caja.

Que dentro de una miejilla

una vez que sea abojado

su importe por ventanilla,

Tíjola se habrá enterado

de que está aquí su sombrilla.

-Eso es lo que se pretende

con el texto redactado,

que Tíjola quede enterado

de eso precisamente.

Que el que la lleva, la entiende.