Antes de la guerra ya existía una pequeña ermita a la Santa Cruz que durante los años de la contienda quedó muy deteriorada. Y fue iniciativa del tío Adolfo Alonso quien la reconstruyó, en memoria de su hijo fallecido en combate, dentro de unos terrenos de su propiedad, poniendo en ella un ángel (su bástago se llamaba así). Años después, y ante la expansión de la población por esa zona, corría el peligro quedar escondida entre las nuevas casas. Por ese motivo, el nuevo propietario de los terrenos que era el hijo del tío Adolfo, Pedro Alonso, mas conocido como Pedro de Alonso, antes de venderlos, decidió trasladarla a su actual ubicación. 

Ermita de Santa Rita se contruyó en 2008- 2009 gracias a la iniciativa de los vecinos, que establecieron un sistema de rifas y sorteos para recaudar fondos, así como donaciones y regalos de material de diferentes empresas de la zona y algunas jornadas que varios albañiles quisieron ofrecer de su cuenta. Para la terminación del tejado, contó con la ayuda del Ayuntamiento que también quiso aportar su grano de arena. La imagen de la santa que se venera, fue comprada por el párroco D. Silverio Sánchez con el dinero que los mismos vecinos aportaron y como llegó antes de que se terminaran las obras, estuvo dos años en el cortijo de Mari Carmen Sáez.