IES Valle del Almanzora
Por Pedro Lozano Blesa
"Una vez efectuada la donación del solar al Ministerio de Educación envió al inspector Pacios, que por cierto era de Lorca, a ver los terrenos dados. Vino de Águilas, que también deseaba tener un Instituto y desde Cantoria marchó a Huéscar, que también lo había solicitado. El informe que dio este inspector sobre el lugar ofrecido fue muy satifactorio"
Su Historia
Una tarde de los últimos días del mes de junio de 1963, llegó de un viaje de Almería al Ayuntamiento, pues en aquella época trabajábamos también por las tardes, don Cristino María Sánchez Giménez, Alcalde Presidente del Ayuntamiento y me dijo que había una gran posibilidad de que en Cantoria se construyera un Instituto de Enseñanza Media, que convocara a la Corporación Municipal a un pleno extraordinario para el día siguiente para tratar de este asunto. Yo le respondí que los ayuntamientos en los que hay un instituto llevan una carga excesiva en sus gastos, y puse como ejemplo el caso de Tíjola, que le habían concedido uno y renunció a él. El alcalde me contestó que eso era por tratarse de institutos laborales, pero el que se pondría a construir en Cantoria, primero sería una Sección Delegada del Instituto de Enseñanza Media Celia Viñas de Almería y más tarde se convertiría en Instituto de Enseñanza Media de Cantoria y el Ayuntamiento sólo estaría obligado a poner a disposición del Ministerio de Educación Nacional los terrenos para su construcción.
En la sesión convocada a efecto con urgencia para el día siguiente se acordó que se desplazaran a Almería y Madrid el Sr. Alcalde, acompañado de dos concejales y una persona de relieve de esta localidad para continuar la gestión del establecimiento de un Instituto de Enseñanza Media en Cantoria.
El día 3 de Julio de 1963 en la sesión extraordinaria celebrada se acordó lo siguiente con relación el viaje:
"Seguidamente el Sr. Alcalde Presidente dio cuenta del viaje realizado a Almería y Madrid con los concejales don Adolfo López Jiménez y don. Diego Morillas Ruiz y el Juez de Paz, don Joaquín Llamas Jiménez para continuar la gestión del establecimiento del Instituto de Enseñanza Media en Cantoria; cuya gestión fue iniciada por el Sr. Alcalde en la reunión que anteriormente celebró en el Gobierno Civil con el Excmo. Sr. Gobernador y el Excmo. Sr. Inspector General de Enseñanza Media en unión de otras autoridades del Ministerio de Educación Nacional y haciéndose constar que en la entrevista celebrada con el Sr. Del Arco, Secretario General Técnico de Enseñanza, se decidió tener presente el ofrecimiento de un solar para el emplazamiento del Instituto, y que se remitiera al Ministerio de Educación Nacional el acuerdo de esta Corporación en tal sentido, lo que se acordó por unanimidad".
En la sesión extraordinaria celebrada el 20 de julio del mismo año, se adoptó el siguiente acuerdo:
"El Sr. Presidente da cuenta de su viaje a Madrid donde mantuvo conversaciones con el Director General de Enseñanza Media con motivo del establecimiento de un Instituto de Enseñanza Media en esta población, para lo cual es indispensable la cesión de un solar de catorce mil metros cuadrados.
Manifiesta el Sr. Alcalde que tiene el ofrecimiento de cesión de un solar para dicho fin por la vecina señorita Amor Moreno de Jiménez de Cisneros, segregado de una finca de su propiedad en la zona de urbanización de este pueblo y que dicha señorita está dispuesta a otorgar el correspondiente instrumento público notarial al Ministerio de Educación Nacional con reserva de que transcurrido un plazo de cuatro años sin que se realice la construcción de dicho centro docente, el citado solar revertirá en el Ayuntamiento.
La corporación acepta por unanimidad el ofrecimiento de doña Amor Moreno y se ruega a la Presidencia de las gracias a la donante por su altruista ofrecimiento. También la Corporación por unanimidad pide que conste un acta el agradecimiento del Ayuntamiento y el pueblo de Cantoria por la creación de este centro docente y por el alto interés que en ello han demostrado los Ilmos. Sres. Director General, Inspector General y Secretario General Técnico de la Dirección General de Enseñanza Media para que ello sea una realidad".
Una vez efectuada la donación del solar al Ministerio de Educación envió al Inspector Pacios, que por cierto era de Lorca, a ver los terrenos dados. Vino de Águilas, que también deseaba tener un Instituto y desde Cantoria marchó a Huéscar, que también había solicitado otro centro docente. El informe que dio este inspector sobre el solar ofrecido por Cantoria fue muy satisfactorio.
Pronto sacó el Ministerio de Educación Nacional a subasta la construcción de la obra de nuestro futuro Instituto, que fue adjudicada a Martínez Guevara.
Este solar estaba situado en la zona de la futura urbanización, comprendida a ambos lados de la carretera y como se tenía intención de construir a uno y otro lado con lo que se tapaba la vista del futuro instituto, los dueños de estos solares decidieron retranquearse algo más de un metro, tanto en un lado como en el otro para así dar vista al centro docente, quedando libre de construcciones desde el Cortijo de Cisneros hasta el barranco. Más tarde se derribó el cortijo, con lo que ya no se podía edificar entre la carretera y el Instituto.
Finalmente, Martínez Guevara construyó el edificio docente que empezó a funcionar el primero de octubre de 1965 como Sección Delegada del Instituto de Enseñanza Media Celia Viñas de Almería.
Durante el curso todo fue bien, pero al llegar los exámenes de los alumnos libres, el profesorado examinante se fue a Cuevas del Almanzora y ordenaron que estos exámenes se celebrarían en el Instituto de esa localidad, alegando que el centro de Cantoria no funcionaban los aseos por carecer de agua.
Esto era cierto, pero durante el curso existieron unas letrinas situadas en la parte norte de la zona deportiva, que fueron usadas por los alumnos oficiales y por los profesores y todo funcionó perfectamente.
Cantoria, por entonces, carecía de abastecimiento público de agua en todos sus edificios, pero las obras del servicio de abastecimiento estaban completamente terminadas, sólo faltaban la entrega de ellas por la Diputación Provincial al Ayuntamiento. Cuando esto se supo en el pueblo, nos presentamos en el pozo de tenía que suministrar el agua, se hizo funcionar al motor, elevando el agua al depósito y esta circuló por las tuberías sin problema. Inmediatamente se trajo a un notario, y con la llave que nos facilitó un profesor entró en el centro y levantó acta de que los aseos estaban dotados de agua y esta circulaba por todas las tuberías del edificio.
Pese a todo ello, los exámenes de alumnos libres se celebraron en Cuevas. Al profesor que nos facilitó la llave se le amenazó con no renovarle el contrato. Nuestro Instituto fue el primer edificio que tuvo agua corriente en Cantoria.
Corrió la voz que el Instituto no funcionaría en el próximo curso, la gente ante esta noticia, se levantó y se concentró en protesta en la plaza del Ayuntamiento. Ante esa situación, el Sr. Alcalde, el concejal don Diego Morillas, a los que acompañé yo mismo, visitamos al Rector de la Universidad de Granada, que nos tranquilizó bastante, no obstante, desde allí nos marchamos aquella misma tarde a Madrid. En el Ministerio nos confirmaron que nuestro Instituto seguiría funcionando normalmente, como así sucedió y hasta nuestros días.
En el curso 1974/75 dejó de ser Sección Delegada del Celia Viñas de Almería y pasó a denominarse Instituto de Enseñanza Media de Cantoria.
Una vez terminadas las obras del Instituto, se realizaron una serie de postales con fotos de Juan Chacón el Retratista. Colección: Decarrillo
Colección: Miguel Ángel Alonso Mellado
Colección: Juan Ignacio Jiménez
Profesores del primer curso que se impartió en el Instituto. En la derecha, Pedro Lozano, que fue quien acompaño a D. Cristino María para realizar las gestinones pertinentes ante del Ministerio de Educación para dotar a Cantoria de un Instituto. Colección: Pedro Lozano Blesa
El IES el año de su inaguración, cuando era sección delegada. Colección: Brígida Masegosa
Hemeroteca: Un esfuerzo que no les sirvió para nada
"El COU (Curso de Orientación) tiene en vilo a más de 70 familas". Así reza el artículo aparecido en el Diario La Línea de Murcia en octubre del 73 en el que narra la odisea de unos padres para que se impartiera el citado curso en nuestro Instituto.
El curso estaba a punto de comenzar y tenía en vilo a 76 familias, que estaban a la espera de que sus hijos se pudieran matricularse del Curso de Orientación Universitaria para poder acceder a los estudios superiores. COU nació con la ley de Educación del 70 y se implantó de forma urgente el mismo curso 1970-71. En principio simplemente tenía la finalidad de preparar a los alumnos para acceder a la Universidad sin necesidad de una prueba como es la selectividad. Pero poco a poco se comprobó que era precisa una criba, porque los estudiantes llegaban a la facultad con ciertas carencias, además del baby boom que hubo en los años 60 que pilló a unas universidades obsoletas y escasas de plazas para tanta demanda. Por esas dos razones se instauró los exámenes de selectividad.
En 1973 nuestro instituto todavía era una sección delegada del Celia Viñas de Almería, por esa razón no se cursaba COU, aunque había una promesa por parte del Rector de la Universidad de Granada que no se llegaría a cumplir.
Una representación de los padres se personó en Granada para ver los requisitos necesarios para poder implantarlo. La contestación era que tenían que tener 70 alumnos inscritos. Volvieron al pueblo y comprobaron que había 76 dispuestos a matricularse. Con toda la ilusión del mundo, fueron una vez mas a la ciudad de la Alhambra a certificar que ya tenían las matrículas necesarias. Pero sorpresa, como nuestra sección delegada carecía de biblioteca y de laboratorio y eran necesarias las dos, pues nada, no podía ser.
Los padres empecinados en que sus hijos no se movieran de Cantoria, consiguieron el dinero necesario (más de 200.000 pesetas) para montar ambos servicios, y todo en un tiempo récord. Contentos con lo conseguido, emprenden de nuevo el viaje para dar cuenta de que ya estaban instaladas la biblioteca y el laboratorio. No faltó la palmadita en la espalda por parte de algún directivo, pero ya la decisión final era del Rector, y consiguieron su cita con él. Y no pudo ser...
Prometió que el año que viene si que si, que este ya no podía ser. Hubo un alumno que le dijo “señor rector, antes de entrar a este despacho hemos visto una serie de cuadros colgados con el retrato de los que han sido rectores de esta universidad. Y si el año que viene, no es ya rector y está usted colgado en esa galería, ¿quien cumplirá lo prometido?”
Volvió a prometer que aunque estuviese colgado, en Cantoria al siguiente año se cursaría COU. Y la siguiente pregunta fue que donde podrían hacer ese curso sus hijos este año, a lo que respondió que en Albox.
Pero la historia no acaba aquí, y resulta que en el pueblo vecino tampoco se podía, en base a no se que normativa del carajo, que impedía a los que venían de una sección delegada cursar COU en un Instituto Laboral como era el caso.
Tanto luchar y al final se dieron de bruces con el muro de la burocracia que tanto daño ha hecho y está haciendo a nuestro país. Al final, desencantados, la mayoría optó por prepararse el curso por libre, presentándose a los exámenes finales en Lorca o en Baza.
En el curso 1974/75 ya dejó de ser sección delegada para ser Instituto de Enseñanza Media con todo el derecho del mundo a impartir COU.
Diario La Línea del 16 de octubre de 1973
Un grupo de alumnas detrás del Instituto en el primer curso que se impartió después de su apertura. Colección: Josefa Ramírez
Un grupo de madres en el puente del barranco del Caño en 1970. Colección: Matilde Berbel
Año 1966. Manifestación de protesta en la Plaza de la Constitución (antes del Caudillo) ante un posible cierre del Instituto por la falta de alumnos. D. Francisco Serrano, párroco y profesor de religión, matriculó a toda su familia y a las monjas del convento de la Divina Infantita para conseguir el mínimo exigible para mantener abierto la institución educativa. Colección: José Antonio Zapata
Universidad Laboral Agrícola
Regresó de un viaje a Madrid don Cristino María Sánchez, siendo Alcalde de Cantoria y me dijo que había la oportunidad de que en Cantoria se construyera una Universidad Laboral Agrícola.
Pasaron unos días y una tarde, estando trabajando en el Ayuntamiento, vi llegar a la Plaza un coche, del cual se bajaron cuatro personas, entre ellas el Subjefe Provincial del Movimiento en Almería, al que yo conocía. Bajé a saludarlo y me preguntó que donde vivía el Alcalde, les acompañé a la casa de este. Cuando finalizamos la jornada laboral, al salir a la calle vimos llegar el coche del Subjefe Provincial junto a don Cristino, que venían de ver unos terrenos donde se pensaba ubicar la Universidad. El lugar estaba en Oraivique, pues para ello se necesitaba tanto tierra de secano como de regadío para realizar las prácticas.
Poco después, don Cristino y yo fuimos a Almería para entrevistarnos con un Delegado Provincial (no recuerdo que departamento), creo que se apellidaba Gásquez. Se habló sobre la Universidad Laboral que se iba a construir en Almería, pero no en Cantoria, tras una pequeña discusión el Delegado dijo a don Cristino que don Torcuato le comunicó que "el alcalde de Cantoria, que había sido el único alcalde del pueblo que se interesó por una Universidad Laboral Agrícola, pero no había vuelto". Cuando nos quedamos solos me confesó: "no volví porque para tenerla se necesitaba seis millones de pesetas y el Gobernador no nos podía facilitar nada más que uno, ¿de dónde sacamos los cinco restantes?". Estos se necesitaban para adquirir los terrenos. Este don Torcuato debía ser don Torcuato Fernández Miranda y Hevia, que en 1968 cesó de Director General de Promoción Social. Todo esto ocurrió en el año 1967.
Juan Chacón el Retratista y el alcalde don Cristino en el estudio de Juan a mediados de los años 60. Colección: Juan Chacón
Referente Cultural
El Instituto desde su apertura y hasta el año 2000, fue un generador continuo de actividades culturales para la comunidad educativa, sobresaliendo la semana cultural anual, sus jornadas de teatro, la edición de una revista cultural, etc.
Artículo original escrito por Pedro Lozano Blesa para la Revista Piedra Yllora. Colección: Familia Lozano